PROMESAS:
a Santa Brígida por la meditación de los dolores de la Virgen María.
1 Pondré paz en sus familias.
2 Serán iluminados en los Divinos Misterios.
3 Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
4 Les daré cuanto me pidan con tal que no se oponga a la voluntad de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
5 Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y los protegeré en todos los instantes de sus vidas.
6 Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte: verán el rostro de su Madre.
7 He conseguido de mi Divino Hijo que los que propaguen esta devoción (a mis lágrimas y dolores) sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos “su Eterna consolación y alegría”.
La hermana Amalia
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros
enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
ACTO PENITENCIAL
Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico Tu perdón y por medio de Tu gracia, concédeme ser verdaderamente merecedor de Tu amor, por los méritos de Tu Pasión y Tu muerte y por los dolores y lágrimas de Tu Madre Santísima. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh Jesús crucificado, nos postramos a tus pies y te ofrecemos las lágrimas de tu Santísima Madre, quien con profundo amor lleno de compasión te acompañó en tu doloroso camino de la cruz. O buen Maestro, concédeme que lleve al corazón las lecciones que las lágrimas de tu Santísima Madre nos enseñan, para que podamos cumplir tu Santa Voluntad en la tierra, para que podamos ser dignos de alabarte y exaltarte en el Cielo por toda la eternidad. Amen.
Para empezar la coronilla (Como rosario, en vez de 5 décadas, se hacen 7 grupos de 7 oraciones)
ACTO PENITENCIAL
Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico Tu perdón y por medio de Tu gracia, concédeme ser verdaderamente merecedor de Tu amor, por los méritos de Tu Pasión y Tu muerte y por los dolores y lágrimas de Tu Madre Santísima. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh Jesús crucificado, nos postramos a tus pies y te ofrecemos las lágrimas de tu Santísima Madre, quien con profundo amor lleno de compasión te acompañó en tu doloroso camino de la cruz. O buen Maestro, concédeme que lleve al corazón las lecciones que las lágrimas de tu Santísima Madre nos enseñan, para que podamos cumplir tu Santa Voluntad en la tierra, para que podamos ser dignos de alabarte y exaltarte en el Cielo por toda la eternidad. Amen.
Para empezar la coronilla (Como rosario, en vez de 5 décadas, se hacen 7 grupos de 7 oraciones)
La Profecía de Simeón.
Meditemos el dolor que tuvo María, del conocimiento de los sufrimientos de Jesús anticipadamente. (pausa)
Madre mía, por el dolor que tuviste al presentar al templo a tu divino Hijo, cuando Simeón te profetizó que una espada de dolor traspasaría tu corazón, te ruego me concedas purificar el mío en la penitencia para que puedas presentarlo a Dios en la Eternidad. Amadísima Madre, concédeme la virtud de la humildad y el don de la sabiduría. (Ave María....)
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto
te amó en la Tierra,
R. Y que te ama ahora, aún más ardientemente en el Cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7 veces):
V. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones,
R. Por las lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
Segundo Dolor.
La Huida a Egipto.
Meditemos los dolores de María durante el exilio, la persecución de Herodes, el dolor por la muerte de inocentes.(pausa)
Madre mía, por el dolor que tuviste huyendo a Egipto con tu Hijo, dígnate concederme el firme y constante propósito de huir de las ocasiones de pecar, Amadísima madre, concédeme la virtud de la liberalidad, principalmente con los pobres y el don del entendimiento. (Ave María....)
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto
te amó en la Tierra,
R. Y que te ama ahora, aún más ardientemente en el Cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7 veces):
V. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones,
R. Por las lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
Tercer Dolor.
La Pérdida del Niño Jesús en Jerusalén por tres días.
Meditemos los dolores de María en su corazón de madre buscando a su Hijo. (pausa)
Madre mía, por el dolor que tuviste al perder al Niño Jesús, concédeme que cuando yo lo pierda desgraciadamente por el pecado, lo busque con empeño y dolor hasta encontrarlo en el Santísimo Sacramento. Amadísima Madre, concédeme la virtud de la castidad y el don del consejo. (Ave María....)
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto
te amó en la Tierra,
R. Y que te ama ahora, aún más ardientemente en el Cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7 veces):
V. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones,
R. Por las lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
Cuarto Dolor.
Jesús cargando la cruz.
Meditemos los dolores de María, sobre las torturas de Jesús en la flagelación, en la coronación de espinas, en el sufrimiento por la llaga en el hombro, en las caídas, y en el despojo de sus vestiduras. (pausa...)
Por el dolor que tuviste, Madre mía, al ver a tu Divino Hijo cargando con la Cruz que le pusieron mis pecados, dame tu gracia para no hacer más pesada la carga de mi Jesús con nuevas culpas. Amadísima Madre, concédeme la virtud de la paciencia y el don de la fortaleza. (Ave María....)
Jesús cargando la cruz.
Meditemos los dolores de María, sobre las torturas de Jesús en la flagelación, en la coronación de espinas, en el sufrimiento por la llaga en el hombro, en las caídas, y en el despojo de sus vestiduras. (pausa...)
Por el dolor que tuviste, Madre mía, al ver a tu Divino Hijo cargando con la Cruz que le pusieron mis pecados, dame tu gracia para no hacer más pesada la carga de mi Jesús con nuevas culpas. Amadísima Madre, concédeme la virtud de la paciencia y el don de la fortaleza. (Ave María....)
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto
te amó en la Tierra,
R. Y que te ama ahora, aún más ardientemente en el Cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7 veces):
V. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones,
R. Por las lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
Quinto Dolor.
La Crucifixión de Jesús, su agonía y muerte.
Meditemos sobre los dolores de María en este abismo de sufrimientos, sus tres horas de agonía y la lanzada en su costado. (pausa...)
Por el dolor que te causó la crucifixión de tu Divino hijo, concédeme, madre mía, que venza mis pasiones y acepte, por amor a Cristo, las cruces que se digne enviarme; concédeme la gracia para sufrirlas con paciencia y resignación. Amadísima Madre, concédeme la virtud de la templanza y el don de la ciencia. (Ave María....)
La Crucifixión de Jesús, su agonía y muerte.
Meditemos sobre los dolores de María en este abismo de sufrimientos, sus tres horas de agonía y la lanzada en su costado. (pausa...)
Por el dolor que te causó la crucifixión de tu Divino hijo, concédeme, madre mía, que venza mis pasiones y acepte, por amor a Cristo, las cruces que se digne enviarme; concédeme la gracia para sufrirlas con paciencia y resignación. Amadísima Madre, concédeme la virtud de la templanza y el don de la ciencia. (Ave María....)
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto
te amó en la Tierra,
R. Y que te ama ahora, aún más ardientemente en el Cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7 veces):
V. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones,
R. Por las lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
Sexto Dolor.
María recibe el cuerpo sin vida de Jesús en sus brazos.
Meditemos los sentimientos de María en
esos momentos. (Pausa...)
Madre mía, por el inmenso dolor que te causo recibir en tus santos brazos el Cuerpo exánime de tu hijo Divino, concédeme, te lo ruego, que cuando se digne venir a mi corazón, lo reciba yo con las debidas disposiciones y que jamás lo profane comulgando indignamente. Amadísima Madre, concédeme la virtud de la caridad y el don de la piedad. (Ave María....)
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto
te amó en la Tierra,
R. Y que te ama ahora, aún más ardientemente en el Cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7 veces):
V. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones,
R. Por las lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
Séptimo Dolor.
Jesús es llevado a la tumba.
Meditemos los Sufrimientos de María hasta el momento de la Resurrección. (pausa...)
Madre mía, por el dolor que sufriste cuando tu Divino Hijo fue sepultado, concédeme la gracia de que no muera yo sin antes haber sepultado en el abismo de una buena confesión hasta el último de mis pecados, para que seas Tú, mi amorosísima Madre, quien me conduzca ante la infinita Misericordia de tu Hijo Jesús. Amadísima Madre, concédeme la virtud de la diligencia y el don del santo temor de Dios. Avemaría....
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra,
R. Y que te ama ahora, aún más ardientemente en el Cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7 veces):
V. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones,
R. Por las lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
Al finalizar los misterios:
Las Tres Lagrimitas.
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra,
R. Y que te ama ahora, aún más ardientemente en el Cielo. (x 3 veces)
Oración final
Oh María , Madre del Amor, del dolor y de la compasión, te rogamos que unas nuestras oraciones con las tuyas, para que Jesús, tu Hijo Divino a Quien invocamos, oiga nuestras súplicas, en nombre de tus lágrimas Maternales, y nos concedas no solo los favores que te pedimos ahora sino también la corona de la Vida Eterna. Amén.
Todos.
Con tus lágrimas, oh Madre dolorosa,
destruye el Reino de Satanás.
A través de tu divina humildad, oh Jesús atado y encadenado, defiende el mundo de los errores que le amenazan. Amén.
INTENCIONES POR EL SANTO PADRE:
Santísima Madre: colocamos en tu Corazón Inmaculado, el valor de la indulgencia plenaria que la Iglesia nos permite ganar con el rezo del Santo Rosario, orando por las intenciones del Romano Pontífice y las de la Santa Madre Iglesia.
(1 PADRE NUESTRO, 1 AVE MARÍA Y 1 GLORIA).
A través de tu divina humildad, oh Jesús atado y encadenado, defiende el mundo de los errores que le amenazan. Amén.
INTENCIONES POR EL SANTO PADRE:
Santísima Madre: colocamos en tu Corazón Inmaculado, el valor de la indulgencia plenaria que la Iglesia nos permite ganar con el rezo del Santo Rosario, orando por las intenciones del Romano Pontífice y las de la Santa Madre Iglesia.
(1 PADRE NUESTRO, 1 AVE MARÍA Y 1 GLORIA).
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