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sábado, 24 de abril de 2021

ORACIONES EN LATÍN

 

 



ORACIONES EN LATÍN


SIGNVM SANCTAE CRUCIS
Per signum Sanctae (†) Crucis, de inimicis (†) nostris, libera nos, (†) Domine Deus noster. In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Veni, Creátor
Veni, Creátor Spíritus, mentes tuórum vísita, imple supérna grátia, quæ tu creásti péctora.
Qui díceris Paráclitus, altíssimi donum Dei, fons vivus, ignis, cáritas, et spiritális únctio.
Tu septifórmis múnere, dígitus patérnæ déxteræ, tu rite promíssum Patris, sermóne ditans gúttura.
Accénde lumen sénsibus, infúnde amórem córdibus, infírma nostri córporis virtúte firmans pérpeti.
Hostem repéllas lóngius pacémque dones prótinus; ductóre sic te prævio vitémus omne nóxium.
Per te sciámus da Patrem noscámus atque Fílium, teque utriúsque Spíritum credámus omni témpore.
Deo Patri sit glória, et Fílio, qui a mórtuis surréxit, ac Paráclito, in sæculórum sǽcula. Amen.
V/: Emitte Spíritum tuum et creabúntur.
R/: Et renovábis fáciem terrae.    
Oremus
Deus, qui corda fidelium Sancti Spíritus illustratione docuisti, da nobis in eodum Spíritu recta sápere, et de ejus semper consolatione gaudere.
Per Chrístum Dóminum nostrum. Amen.
-
Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles y llena con tu divina gracia, los corazones que Tú creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, dedo de la diestra del Padre; Tú, fiel promesa del Padre, que inspiras nuestras palabras.
Ilumina nuestros sentidos, infunde tu amor en nuestros corazones y, con tu perpetuo auxilio, fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo, y danos pronto la paz; sé Tú nuestro guía, para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y creamos en ti, su Espíritu, por los siglos de los siglos.
Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó de entre los muertos, y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos. Amén.

G/: Envía, Señor, tu Espíritu para darnos nueva vida.
T/: Y se renovará la faz de la tierra.

Oremos
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con las luces del Espíritu Santo, concédenos juzgar y seguir rectamente según el mismo Espíritu y gozar siempre de sus consolaciones.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

PATER NOSTER
Pater noster, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.

Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.

AVE MARIA
Ave María, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA PATRI seu DOXOLOGIA MINOR
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

CREDO seu SYMBOLVM APOSTOLORVM
Credo in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen.

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo. su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amén.

SALVE REGINA

Salve Regina, mater misericordiae, vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus exsules filii Hevae. Ad te suspiramus, gementes et flentes in hac lacrimarum valle. Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Et Iesum, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende. O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.
V. Ora pro nobis, Sancta Dei Genitrix.
R. Ut digni efficiamur promissionibus Christi.

Dios te salve, reina y madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorandoen este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

SVB TVVM PRAESIDIVM
Sub tuum praesidium confugimus, Sancta Dei Genetrix. Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus, sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo gloriosa et benedicta. Amen.

Domina nostra, Mediatrix nostra, Advocata nostra: tuo Filio nos reconcilia, tuo Filio nos commenda, tuo Filio nos repraesenta.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. Amén.

Señora nuestra, Medianera nuestra, Abogada nuestra: reconcílianos con tu Hijo, encomiéndanos a tu Hijo, preséntanos ante tu Hijo.

MEMORARE
Memorare, O piissima Virgo Maria,a saeculo non esse auditum, quemquam ad tua currentem praesidia, tua implorantem auxilia, tua petentem suffragia, esse derelictum.Ego tali animatus confidentia, ad te, Virgo Virginum, Mater, curro, ad te venio, coram te gemens peccator assisto. Noli, Mater Verbi, verba mea despicere; sed audi propitia et exaudi. Amen.

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.
    
Alma Redemptoris Mater
Del Adviento al Bautismo del Señor

Alma Redemptoris Mater,
quae pérvia caeli porta manes,
et Stella maris,
succurre cadenti súrgere qui curat pópulo:
tu quae genuisti, natura mirante,
tuum sanctum Genitorem:
Virgo prius ac postérius,
Gabrielis ab ore sumens illud Ave,
peccatorum miserere.

Augusta Madre del Redentor
Del Adviento al Bautismo del Señor
Augusta Madre del Redentor, que del Cielo siempre Puerta abierta eres, y estrella del mar, socorre a tu pueblo caído, que anhela resucitar; tú que generaste, con maravilla de la naturaleza, a tu santo Creador, Virgen antes y después, que de la boca de Gabriel acogiste aquel saludo, ten piedad de los pecadores.

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Ave Regina Caelorum
Del Bautismo del Señor al miércoles Santo

Ave, Regina caelorum,
Ave, Dómina Angelorum:
Salve radix, salve porta,
ex qua mundo lux est orta:
Gaude Virgo gloriosa,
super omnes speciosa:
Vale, o valde decora,
et pro nobis Christum exora.

Salve Reina del Cielo
Del Bautismo del Señor al miércoles Santo
Salve, Reina del cielo, salve, Señora de los ángeles; salve, Raíz, salve, oh Puerta, de la cual la luz del mundo surgió; alégrate, Virgen gloriosa, graciosa entre todas las mujeres, salve, oh toda bella, y por nosotros a Cristo implora.

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Regina Caeli
De la Vigilia Pascual al Sábado después de Pentecostés

Regina caeli laetare, alleluia:
Quia quem meruisti portare, alleluia:
Resurrexit, sicut dixit, alleluia:
Ora pro nobis Deum, alleluia.

V/: Gaude et letaere Virgo Sacrata, alleluia.
R/: Quia surrexit Dóminus vere, alleluia.

Reina del Cielo
Alégrate, Reina del Cielo, aleluya.
Porque Aquél que mereciste llevar en tu seno, aleluya.
Ha resucitado según lo predijo, aleluya.
Ruega por nosotros a Dios, aleluya.

G/: Gózate y alégrate Virgen María, aleluya.
T/: Porque verdaderamente el Señor ha resucitado, aleluya.

AD SANCTVM IOSEPH
Virginum custos et pater, sancte Joseph, cujus fideli custodiae ipsa Innocentia Christus Jesus et Virgo virginum Maria commisa fuit; te per hoc utrumque carissimum pignus Jesum et Mariam obsecro et obtestor, ut me, ab omni immunditia praeservatum, mente incontaminata, puro corde et casto corpore Jesu et Mariae semper facias castissime famulari. Amen.

Fac nos innocuam, Ioseph, decurrere vitam. Sitque tuo Semper tuta patrocinio.

Oh custodio y padre de vírgenes San José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María. Por estas dos queridísimas prendas, Jesús y María, te ruego y te suplico me alcances que, preservado de toda impureza, sirva siempre con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Haz, oh José, que nuestra vida transcurra tranquila y que siempre sea segura bajo tu patrocinio.

AD SACRAM FAMILIAM
Iesu, Maria, Ioseph, vobis cor et animam meam dono.
Iesu, Maria, Ioseph, adstate mihi in extremo agone.
Iesu, Maria, Ioseph, in pace vobiscum dormiam et requiescam.

¡Jesús, José y María, Os doy el corazón y el alma mía!
¡Jesús, José y María, asistidme en vida y en mi última agonía!
¡Jesús, José y María, expire en paz con Vos el alma mía!

AD SANCTVM MICHAËLEM
Sancte Michaël Archangele, defende nos in proelio ut non pereamus in tremendo iudicio.

Oh San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla para que no perezcamos en el tremendo juicio.

AD SANCTVM ANGELVM CVSTODEM
Angele Dei, qui custos es mei, Me tibi commissum pietate superna: (hodie, hac nocte) illumina, custodi, rege, et guberna. Amen.

Ángel de Dios, que eres mi custodio: ya que la piedad de lo Alto me ha confiado a ti, ilumíname, guárdame, guíame, gobiérname.

AD OMNES ANGELOS ET SANCTOS
Omnes beatorum Spirituum ordines: orate pro nobis.
Omnes Sancti et Sanctae Dei: intercedite pro nobis.

Todos los órdenes de los bienaventurados espíritus: rogad por nosotros.
Todos los Santos y Santas de Dios: intercede por nosotros.

BENEDICTIO MENSAE
Benedic, Domine, nos (+) et haec (+) tua dona quae de tua largitate sumus sumpturi. Per Christum Dominum nostrum. Amen.

Iube, Domine benedicere.

(Ad prandium:) Mensae caelestis participes faciat nos, Rex aeternae gloriae. Amen.
(Ad coenam:) Ad cenam vitae aeternae perducat nos, Rex aeternae gloriae. Amen.

Bendícenos (+), Señor, y bendice (+) estos dones con los cuales seremos alimentados por tu largueza.

Manda, Señor, bendecirme

(A la comida:) Que el Rey de la gloria eterna nos haga partícipes de la mesa celestial. Amén.
(A la cena:) Que el Rey de la eterna gloria nos conduzca a la cena de la vida eterna. Amén.

PRO PAPA
Oremus pro Pontifice nostro Benedicto. Dominus conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra, et non tradat eum in animam inimicorum eius.

V. Tú es Petrus.
R. Et super hanc petram aedificabo Ecclesiam meam.

Oremus. Deus, omnium fidelium pastor et rector, famulum tuum N., quem pastorem Ecclesiae tuae praeesse voluisti, propitius respice: da ei, quaesumus, verbo et exemplo, quibus praeest, proficere: ut ad vitam, una cum grege sibi credito, perveniat sempiternam. Per Christum, Dominum nostrum. R. Amen.

Roguemos por nuestro Pontífice Benedicto. El Señor le conserve y le guarde, le haga feliz en la tierra y no permita que caiga en manos de sus enemigos.

V. Tú eres Pedro.
R. Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.

Oremos. Oh Dios, pastor y guía de todos los fieles, mira propicio a tu siervo Benedicto, a quien has querido hacer pastor y jefe de tu Iglesia; haz que con su ejemplo y su palabra aproveche a los que preside, y que en unión con la grey que te has dignado confiarle, consiga la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. R. Amén.

PRO AGONIZANTIBVS
O Clementissime Iesu, amator animarum, obsecro te per agoniam Cordis tui sanctissimi et per dolores Matris tuae immaculatae lava in sanguine tuo peccatores totius mundi nunc positos in agonia et hodie (seu hac nocte) morituros. Amen.

Cor Iesu in agonia factum, miserere morientium.
Cor Mariae dolorossisimum, esto solacium omnibus agonizantibus.

Oh, clementísimo Jesús, Amador de las almas, suplícote por la Agonía de tu Corazón Santísimo, y por los Dolores de tu Madre Inmaculada, que laves en tu Sangre Preciosa,a todos los pecadores que estén agonizantes y hayan de morir en el día de hoy (o en esta noche).

Corazón agonizante de Jesús, tened misericordia de los moribundos.
Corazón dolorido de María, sed consuelo de todos los agonizantes.

PRO ANIMABVS DEFVNCTORVM
De profundis clamavi ad te, Domine; Domine exaudi vocem meam.
Fiant aures tuae intendentes in vocem deprecationis meae.
Si iniquitates observaveris,Domine, Domine, quis sustinebit?
Quis apud te propitiatio est, et propter legem tuam, sustinui te, Domine.
Sustinuit anima mea in verbo eius; speravit anima mea in Domino.
A custodia matutina usque ad noctem, sperat Israel in Domino.
Quia apud Dominum misericordia, et copiosa apud eum redemptio.
Et ipse redimet Israel ex omnibus iniquitatibus eius.

V. Requiem æternam dona eis, Domine.
R. Et lux perpetua luceat eis.
V. Requiescant in pace.
R. Amen.

Desde lo más profundo, yo clamo a ti, Señor, oye mi llamada.
Inclina tus piadosos oídos hacia mí y acoge mis súplicas.
Porque, si miras todos los pecados e injusticias cometidos, quién, Señor, podrá permanecer delante de Ti?
Por muy grandes que sean nuestros pecados la gracia de Dios es mucho mayor;Su mano nunca deja de ayudar por muy grande que sea el daño.Él solo es el buen pastor que redimirá a Israel de todos sus pecados.

V. Dadles, Señor, el descanso eterno.
R. Y que la luz perpetua les alumbre.
V. Que descansen en paz.
R. Amén.

Anima Christi
Anima Christi, sanctifica me.
Corpus Christi, salve me.
Sanguis Christi, inebria me.
Aqua lateris Christi, lava me.
Passio Christi, conforta me.
O bone Iesu, exaudi me.
Intra tua vulnera absconde me.
Ne permittas me separari a te.
Ab hoste maligno defende me.
In hora mortis meae voca me.
Et iube me venire ad te,
ut cum Sanctis tuis laudem te
in saecula saeculorum.
Amen.

Alma de Cristo, santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, lávame.

Pasión de Cristo, confórtame.

¡Oh, buen Jesús!, óyeme.

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas que me aparte de Ti.

Del maligno enemigo, defiéndeme

En la hora de mi muerte, llámame.

Y mándame ir a Ti.

Para que con tus santos te alabe.

Por los siglos de los siglos. Amén.

Oración a San Miguel Arcángel en latín
Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio, contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium.

Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae coelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

domingo, 22 de septiembre de 2019

ORACIONES PARA TODOS LOS DOMINGOS



ORACIONES PARA TODOS LOS DOMINGOS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. ¿Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a Tu Majestad?
 Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tú has dicho: "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pida al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. Amén.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.


SEGUNDA ORACIÓN

Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza, a ti, Padre del cielo, te aclama la creación.

Postrados ante ti, los ángeles te adoran y cantan sin cesar: Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo; llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles, la multitud de los profetas te enaltece, y el ejército glorioso de los mártires te aclama.

A ti la Iglesia santa, por todos los confines extendida, con júbilo te adora y canta tu grandeza: Padre infinitamente santo, Hijo eterno, unigénito de Dios, Santo Espíritu de amor y de consuelo.

Oh Cristo, tú eres el Rey de la gloria, tú el Hijo y Palabra del Padre, tú el Rey de toda la creación. Tú para salvar al hombre, tomaste la condición de esclavo en el seno de una virgen.

Destruiste la muerte y abriste a los creyentes las puertas de la gloria. Tú vives ahora, inmortal y glorioso, en el reino del Padre. Tú vendrás algún día, como juez universal.

Muéstrate, pues, amigo y defensor de los hombres que salvaste. Y recíbelos por siempre allá en tu reino, con tus santos y elegidos.

Salva a tu pueblo, Señor, y bendice a tu heredad. Sé su pastor, y guíalos por siempre. Día tras día te bendeciremos y alabaremos tu nombre por siempre jamás.

Dígnate, Señor, guardarnos de pecado en este día. Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros. Que tú misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. A ti, Señor, me acojo, no quede yo nunca defraudado.
Amén.

Tomado del libro Oremos viviendo el amor y la misericordia de Dios Nº 3



TERCERA ORACIÓN

ORACIÓN PARA EL DOMINGO

Líbrame Señor, yo te lo ruego de todo corazón, de cuantos males pasados, presentes y futuros, tanto del alma como del cuerpo, puedan aquejarme, concediéndome por vuestra bondad la paz, la salud, la tranquilidad y cuanto pueda redundar en la honra y gloria vuestra. Sedme propicio, Dios y creador mío, y acordarme la paz y la salud durante mi vida, haciendo que esta vuestra criatura logre siempre estar asistida del socorro de vuestra misericordia y que no sea jamás esclava del pecado ni del temor de ninguna turbación; por el mismo Jesucristo vuestro hijo, nuestro Señor, que siendo Dios vive en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Así sea.

Que la paz del Señor sea siempre contigo. Así sea.
Que esta paz celeste, Señor, que has dejado a tus discípulos, permanezca siempre firme en mi corazón y sea siempre entre mis enemigos y yo como muralla infranqueable.
Que la paz del Señor, su cara y su cuerpo me ayuden y protejan mi alma y mi cuerpo. Así sea.
Cordero de Dios, nacido de la Virgen María, que al estar en la cruz has lavado al mundo de sus pecados, ten piedad de mi alma y de mi cuerpo;
Cristo Cordero de Dios, inmolado por el bien del mundo, ten piedad de mi alma y de mi cuerpo;
Cordero de Dios, por el cual todos los fieles han sido salvados, dadme tu paz eterna así en la vida de la muerte como en la muerte de la vida. Así sea.



CUARTA ORACIÓN

Líbrame, Señor de la codicia:
de atarme a las riquezas, como el que se sujeta
con un cinturón de seguridad al avión que vuela a su destino…

Líbrame, Señor y hazme prudente:
que me ofrezca sin esperar nada a cambio,
que exprima lo mejor de mí mismo en favor de mis hermanos,
que trabaje con los dones que me has dado
de manera que me sirvan de camino para llegar a Ti.
Que sea mi riqueza vivir para hacer tu voluntad.
Porque Tú eres mi riqueza y sin ti nada hay bueno para mí.

Líbrame, Señor, de toda codicia:
la del espíritu y la técnica, la de la fama y el dinero:
ídolos que me hacen orgulloso e insensible
y que, inconscientemente, exigen su ración diaria
de sangre y de lágrimas ajenas.

Líbrame, Señor, y hazme prudente,
para que no te busque por interés
sino porque tus promesas superan todas mis demandas;
para que te busque porque eres la mejor oferta posible,
para que te quiera porque siempre esperas de mí lo mejor,
para que te ame porque experimento que tú me amas desde siempre.
Porque Tú eres mi riqueza y sin ti nada hay bueno para mí.

Líbrame, Señor, de toda codicia:
la del brillo pasajero, la de la moneda de dos caras,
la que nunca satisface mi ansiedad
ni llena el vacío de la trascendencia…,
y que, inconscientemente, exigen su ración diaria
de sangre y de lágrimas ajenas.

Líbrame, Señor, de toda codicia,
porque Tú eres mi riqueza y sin ti nada hay bueno para mí.

Isidro Lozano



QUINTA ORACIÓN
Gracias Señor por este nuevo día, la llegada del domingo nos recuerdo el inicio de una nueva semana, de un nuevo caminar, de cerrar etapas, la oportunidad de un caminar diferente.
 Dame Señor sabiduría para entender tu voluntad, para descubrir tus caminos. Dame fuerza de voluntad para saber abrazar mi cruz de cada día y aprender a verla como instrumento de salvación.
Dame la gracia de saber poner el mayor amor posible en cada acción, en cada palabra, por pequeña que parezca, pues para ti Señor no hay obra pequeña, todo depende de la intensidad de amor con que se realiza.
 Muéstrame Señor el camino, dime por donde caminar, pues tú eres Señor nuestro refugio, el camino, la vida, Amén.
(Pbro.Tavo).