El Milagro de Calanda
"Decidimos, pronunciamos y declaramos que
a Miguel Pellicer, natural de Calanda, de quien en este proceso se trata, le ha
sido restituida milagrosamente su pierna derecha, que antes le habían cortado,
y que tal restitución no ha sido obrada naturalmente, sino prodigiosa y
milagrosamente, debiéndose juzgar tener por milagro, por haber concurrido en
ella todas las circunstancias que el derecho exige para constituir un verdadero
milagro, como por el presente lo atribuimos a milagro, y por tal milagro lo
aprobamos, declaramos y autorizamos".
Sentencia del 27 de abril
de 1641, firmada por D. Pedro de Apaolaza Ramírez, arzobispo de Zaragoza,
conclusión del proceso canónico correspondiente que fue abierto el 5 de junio
de 1640.
Sucedió el milagro entre
las 10 y las 11 de la noche del jueves 29 de marzo de 1640, en la villa
aragonesa de Calanda y en la persona del joven Miguel Juan Pellicer, de 23
años.
Contaba el joven Miguel
Juan Pellicer 19 años cuando, trabajando en Castellón de la Plana, cayó de un
carro, cargado de trigo, que conducía, y una rueda le aplastó la pierna
derecha. Pasó 5 días en el Hospital de Valencia y pidió ser llevado al Hospital
de Nuestra Señora de Gracia en Zaragoza.
Debido a este incidente, fue necesario
amputarle dicha pierna, dos dedos más abajo de la rodilla, lo que se hizo en el
Hospital de Nuestra Señora de Gracia, en Zaragoza, por el cirujano D. Juan Estanga,
siendo enterrada por el practicante Juan Lorenzo García.
Tras su convalecencia
durante dos años en el Hospital citado, fue mendigo en la puerta del templo de
Nuestra Señora del Pilar, de la que era muy devoto desde su niñez, ya que
existía una ermita con su advocación en Calanda, y a la que se había
encomendado antes y después de su operación, confesando y comulgando en su
santuario. Cada día, Pellicer untaba el muñón de su pierna con el aceite de las
lámparas que ardían ante la Virgen del Pilar mientras pedía limosna a la puerta
del templo.
Vuelto a casa de sus
padres, en Calanda, a primeros de marzo de 1640, el día 29 de ese mes,
habiéndose acostado en la misma habitación de sus padres, por haber un soldado
alojado en casa, lo encontraron ellos dormido media hora más tarde, con dos
piernas, notándose en la restituida las mismas señales de un grano y unas
cicatrices que tenía antes de su amputación.
Tras su curación, Miguel
Juan volvió a viajar a Zaragoza para dar gracias a la Virgen del Pilar, y, a
instancias del Ayuntamiento de la ciudad, se incoó en el arzobispado un proceso
el 5 de junio de 1640, pronunciando sentencia afirmativa de curación milagrosa,
el Arzobispo D. Pedro Apaolaza, asesorado por nueve teólogos y canonistas, el
27 de abril de 1641. Se conserva íntegro el texto de este proceso con las
declaraciones de los 25 testigos que comparecieron.
El milagro se divulgó
rápidamente por la Corte, y Pellicer fue recibido en Madrid por el Rey Felipe
IV. Una relación en castellano sobre el Milagro, hecha en 1641 por el carmelita
Fr. Jerónimo de San José y luego traducida al italiano, difundió la noticia por
España, Italia y Sur de Francia. Sobre todo una Relación en latín, escrita por
el médico alemán Pedro Neurath en 1642, luego traducida al francés, alemán y
holandés, lo divulgó por toda Europa. El mismo Papa Urbano VIII fue informado
personalmente por el P. jesuita aragonés F. Franco en 1642.
Entre los milagros, que,
por definición, son todos excepciones de las leyes de la naturaleza, el de
Calanda es, a su vez, excepcional; por eso las relaciones coetáneas lo
calificaron de "milagro inaudito en todos los tiempos"·.
El Canónigo e Historiador
zaragozano D. Tomás Domingo cuenta con una obra de reciente publicación
titulada "El Milagro de Calanda" en la que detalla todo el proceso,
testimonios, etc. y que supone toda una vida de recopilación de datos,
documentos e investigación del milagro obrado por la Virgen del Pilar en la
persona de Miguel Pellicer. El libro puede adquirirse en las librerías
religiosas y en la propia tienda de la Basílica del Pilar.
Representación del Milagro
de Calanda por Sor Isabel Guerra
Inicio basilicadelpilar.es
Cabildo Metropolitano de
Zaragoza
basilicadelpilar@gmail.com
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